El deseo tiene alas de mariposa frágil, caprichosa. Tus ojos de color fluido prometen el sol del verano en tu risa perfecta y los duendes que creí olvidados danzan, danzan díscolos. Tiemblo de miedo encarcelada en tus líneas rectas y blancas, tu sonrisa acústica, tu voz de agua. Parece que mi oficio es echarte de… Seguir leyendo Danzan, danzan díscolos