Promesa a la niña que fui

Bebé caminando
   Un día muy pronto
dejarás de ser las aristas
de sueños ajenos,
las pisadas en la arena
mojada.
   Te lo prometo.
   Tú, serás. 
¡Ah, tus aventuras!
Coloso de Rodas
con un pie firme
y el otro de puntillas en el salitre.
   Tú vendrás
al acantilado rebelde,
latidos látigos de circo itinerante,
incandescente a pesar
de risas acampanadas y 
puntiagudas.
   Tú serás
todos los besos,
alados, dados y proyectados,
y cada vez dolerá menos.
   Tú tendrás,
lágrimas de espuma y sal
en la caldera apagada,
poemas como saetas
iluminadas en neón
de volcán.
   Los enterrarás a todos
excepto el último miedo,
pequeñito y quieto,
que visita cuando la luna
está nueva y sola.
    Y aún así,
ay, las aventuras que tendrás,
un círculo concéntrico
de amor y oro,
afiladas como lenguas del norte
y el viento en la cara.
   Carambolas.
   Te mereces un cielo
y no por nada.
   Cuando la bruma se disipe
en el pinar
de la cumbre,
ya verás:
   futuro indicativo
tú serás.

Por Sam C

Soy gestora de proyectos de señalización ferroviaria, escritora y fotógrafa, oriunda de Canarias y adoptada por el Reino Unido. También estoy estudiando en la universidad de Warwick un Master de Ciencias a tiempo parcial (Programme & Project Management).

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