Tengo un amor en miniatura escondido en los recovecos de mi alma, que explota en sonrisas cuando la veo, ojos eléctricos de dulzura y sal. Ojalá fuese mía, ojalá en otro mundo, bajo otro cielo… Tengo una razón perenne cuando ella me mira, cierro los ojos y me calienta el sol infinito. Nunca seré nada más, pero da igual. Ay, si tú me vieras verte, ay, la locura de un amor adolescente, ay, el carnaval de si pudieses. Al final, me lo guardo chiquitito, acurrucado, para no salir a jugar, con cuidado de no molestar. Tengo un amor prisionero en libertad.