Victoria

Y llegaste tú,
con el viento del norte
y el mar en tus ojos,
y ya nada es igual.

Nunca tuve tanto miedo
de caer al vacío,
pero me dejo llevar
porque quiero,
porque no puedo querer otra cosa.

Tengo un corazón
incandescente
a pesar
de dudas enigmáticas,
forjado en el fuego del volcán
y llamas en vez de sangre.
Nací de heridas abiertas
horadadas
en el magma,
de lava inexorable
que duele en carne viva
y, hasta que llegaste tú,
viví un sueño de siglos…

Mas llegaste,
Victoria,
con el viento del norte
y el mar en tus ojos,
y ya nada es igual.

Me poblaste el corazón de paraíso
y esperanza.
Apagaste dolores viejos
con un beso
y ahora sólo quiero ser
sonrisa, verano y tuya.

Mi alma es bálsamo de agua,
mi sol ha salido por fin
y ya no me pertenezco
porque me diste tu corazón
a cambio de nada.

Por Sam C

Soy gestora de proyectos de señalización ferroviaria, escritora y fotógrafa, oriunda de Canarias y adoptada por el Reino Unido. También estoy estudiando en la universidad de Warwick un Master de Ciencias a tiempo parcial (Programme & Project Management).

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